Pobreza Energética ¿Por qué en Colombia la energía es cada vez más costosa?

Rodrigo Villamizar

El autor fue Ministro de Minas y Energía de Colombia, Embajador, es Chairman de Borametz Group (USA), Presidente de la Junta Directiva de Deinland y Kaiserwetter Energy Asset Management (Hamburgo), Codirector de The Legacy Group of Washington DC, profesor Visitante de la U de San Diego y de IEB-Complutense de Madrid.

No es secreto que los colombianos pagamos precios desmesurados por la energía, precios aún mayores que el que pagan los usuarios de economías desarrolladas, donde el consumidor promedio tiene un poder adquisitivo mucho mayor que el nuestro. Una de las razones fundamentales en el alza de precios de la luz en el país radica en la creciente demanda de energía del mercado colombiano, la cual es inversamente proporcional a la oferta de la misma.

Una forma eficaz de comparar a Colombia es mirando el comportamiento de otras economías de tamaño similar, para ello, el indicador universalmente utilizado es el Producto Interno Bruto o PIB. Los países que son similares a Colombia en términos de PIB, según la clasificación más reciente del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, son los que están por debajo de USD $400.000 millones y por encima de $300.000m (ver tabla adjunta).

PAISPIB.
(bill US$)
EE/Cap (Puesto)Generacion (Puesto)Consumo  (Puesto)Perdidas (Puesto)
🇸🇬 Singapur397257 49127
🇭🇰 HongKong39027565595
🇨🇱 Chile3537235 4048
🇨🇴 Colombia320116484244
🇷🇴 Rumania31584465042
🇫🇮 Finlandia31420473775

Las tres columnas de la derecha reflejan los puestos relativos en generación, consumo y pérdidas de electricidad. Comparativamente, Colombia muestra una brecha grande entre los puestos que ocupa como generador de energía (puesto 48) y como consumidor (puesto 42); esto indica que hay una gran demanda insatisfecha de energía y una baja generación, lo cual ejercerá siempre hacia una tendencia de altos precios.

Aunque algunos atribuyen este problema a las pérdidas, estas son comparables a las de Chile (puesto 48) o Rumania (puesto 42). Las  pérdidas de energía siempre representan un problema para Colombia (puesto 44), pero no son el factor crítico, ya que hay países similares que enfrentan problemas análogos. La baja generación y la creciente demanda, son las principales causas de los altos precios de la electricidad en Colombia.

La razón fundamental de esta brecha, y consecuentemente de los altos costos de energía en un país como Colombia (rico en recursos energéticos pero pobre en consumo efectivo), es un esquema regulatorio que incentiva ciertos comportamientos anticompetitivos por parte de actores dentro de la cadena de oferta de energía y un modelo de precios alejado de la realidad.

Ese modelo actual se basa en una estructura de determinación de precios de la energía en bolsa, en la cual XM, operador del Sistema Interconectado Nacional de energía (SIN), administra el mercado del Sistema de Intercambios Comerciales (ASIC) y determina los pagos por uso de las redes del Sistema Interconectado Nacional (LAC).

La determinación del precio en Bolsa se realiza una vez se define por la ASIC la cantidad de energía que se requiere para satisfacer la demanda del país. Luego, se reciben ofertas de cada generador y estas se clasifican por precio de oferta. La última oferta de mayor precio por kilovatio/hora es la que fija el precio para todo el sistema. El problema, como se puede observar, radica en que, bajo este modelo, se paga el precio más alto del último generador en ofertar en la subasta.

Dadas estas condiciones, la posición de algunos generadores y de la red de transmisiones, resulta inevitable que el precio de las tarifas de energía esté por encima de lo que serían si solo se contabilizarán con base en costos marginales más una tasa de ganancia razonable.

Los generadores y los demás actores en la cadena de suministro de energía, responden a la forma en la cual el sistema está estructurado. Y es la estructura actual del modelo de regulación la que nos ha llevado a los altísimos costos de energía que vemos hoy. Este crecimiento en los precios de la energía no solo afecta el bolsillo de las personas, sino que también es un factor que limita el crecimiento y el desarrollo económico del país, contribuyendo al desempleo y a la inflación.

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