¿Qué ha provocado el aumento de los precios de la energía en Colombia? ¿Cuál es la SOLUCIÓN?

Rodrigo Villamizar

El autor fue Ministro de Minas y Energía de Colombia, Embajador, es Chairman de Borametz Group (USA), Presidente de la Junta Directiva de Deinland y Kaiserwetter Energy Asset Management (Hamburgo), Codirector de The Legacy Group of Washington DC, profesor Visitante de la U de San Diego y de IEB-Complutense de Madrid.

¿Qué ha provocado el aumento de los precios de la energía en Colombia?

Lo sucedido después de la Pandemia afectó a miles de personas que nunca habían experimentado algo similar. El problema para los gobiernos de Duque y Petro ha sido que los precios de los alimentos no bajan y los de la energía siguen subiendo. Todo esto acompañando a la inflación de precios de los servicios. Y las soluciones propuestas van en contravía de la realidad.

Analizando la causalidad de esta situación, hay unos factores que no dependen del control de la política gubernamental; como, por ejemplo, el cambio climático. Pero existen otros que sí podrían ser controlados: Las tarifas de la electricidad y el gas. Subieron entre 40% y 250% a lo largo de este periodo; una barra de pan cuesta un 35% más hoy que antes de la pandemia; la carne ha subido casi un 50%; la gasolina ha subido casi 20%.

Esto frente a un trasfondo donde algunas grandes empresas energéticas, alimentarias y de servicios han obtenido sus mayores ganancias en dos décadas. Y aunque muchas cadenas de supermercados trasladan ahorros a los clientes, otras no lo hacen. No existe una comisión contra la especulación con los precios de los alimentos y servicios públicos, por razones obvias; los controles de precios no funcionan.

Esto se comprobó en los EE. UU. Cuando Nixon era presidente. El instituyó comisiones tanto sobre los salarios como sobre los precios en 1971 y sacó al dólar estadounidense del patrón oro. Milton Friedman, su asesor económico y premio Nobel en 1976, predijo que ello terminaría “en un fracaso absoluto y la aparición al descubierto de la inflación reprimida”. La mejor estrategia republicana para recuperar la Casa Blanca es centrarse como un rayo láser en los costos de vida. Pero Donald Trump ha fracasado en hacerlo. Su gran plan para reducir la inflación es impulsar la producción de petróleo. Trump y Harris tienen razón en que el petróleo y los alimentos decidirán la elección americana. Pero la única forma de mover los precios hacia abajo no es poniendo techos sino redefiniendo la forma como se determinan en el mercado. Especialmente los servicios públicos .

Miremos entonces el modelo regulatorio de Colombia. Está quebrado y es manipulable por agentes que han acumulado poder de mercado por su tamaño y por la fracción de oferta que representan. Si no se confronta el modelo más que sus formas de aplicación actual, no ayudarán mucho a corregirse las actuales distorsiones en un plazo corto. La energía y los alimentos fueron fundamentales para el aumento repentino. El debate sobre cómo ponerlos bajo control se deben discutir entre banqueros centrales, no por los políticos de turno de la Costa caribe colombiana.

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¿Cuánto han aumentado los precios de la energía en Colombia?

En Colombia, el precio de la electricidad (pagado por los comercializadores de energía en el mercado de subastas diarias) se triplicó en 2024 hasta un promedio de 720 pesos colombianos por megavatio-hora (MWh) en comparación con los 250 pesos por MWh del año anterior, alcanzando el nivel más alto de este siglo. El gas natural en Colombia también ha sido afectado por incrementos anuales de más de 3 dígitos desde 2022. Los precios del gas importado aumentaron a más de 160 pesos/MWh).

Esto significa que desde el 2021, recién terminada la pandemia, el precio de la electricidad, el gas y la gasolina fue el más alto registrado. El precio del gas natural subió entre un 20 y un 60 por ciento para los hogares y la industria. Los aumentos de precios de la electricidad fueron especialmente dramáticos en algunas regiones de Colombia como la costa atlántica debido al clima, la mala infraestructura y las pérdidas (tanto técnicas como de apropiación forzosa sin pago).

El fenómeno de El Niño, el déficit de inversión en infraestructura y los cuellos de botella en la oferta de electricidad (el gobierno debió diferir el no-pago de los usuarios por su consumo durante 2020-21 con una deuda a futuro denominada la ‘opción tarifaria’), fueron responsables de una parte de los aumentos en tarifas. Pero la parte principal del aumento se debe a la manipulación de los precios en la Bolsa por parte de los principales generadores, amparados por los temores creados alrededor de El Niño y a la inflación de los precios de la energía dentro de la canasta de consumo.


¿Pero, qué explica el aumento de los precios del gas y la electricidad?

No es raro escuchar que los cuellos de botella en el suministro de energía -en un momento en que la economía se recupera después de la larga cola de la pandemia- son la principal razón detrás de los altos precios de la energía en Colombia. Pero eso no es lo que ha sucedido en Colombia. Tres cosas impactan el aumento de las tarifas eléctricas:

  1. Costo de los insumos (Agua, gas, redes de transmisión y distribución, pérdidas, restricciones)
  2. El obsoleto modelo de regulación
  3. Ineficiencias (dramático deterioro de la Infraestructura).


Los precios de la electricidad y el gas se han disparado en Colombia desde principios del año, inflando las facturas energéticas de los hogares y las empresas. El gobierno del presidente Petro hace lo que puede, prometiendo asumir la Opción y pagando subsidios atrasados. Desafortunadamente, tales acciones no se reflejan en las tarifas actuales ni siquiera en las del resto del año. Las perspectivas de mediano y largo plazo no son optimistas. Con los peligros relacionados con el cambio climático (Fenómeno de El Niño) y la escasez ya anunciada de gas natural (el único combustible fósil que puede rescatar al sector eléctrico), plantear los mismos mecanismos de solución que han fracasado no genera sino mas pesimismo. Un idiota es, como lo definió Einstein, quien aplicando las mismas soluciones espera resultados diferentes.

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